El autocross es una modalidad del automovilismo deportivo que cuenta con un gran seguimiento en España, sobre todo en los últimos años, donde ha destacado por ser una de las que más participantes acogen en cada una de las pruebas celebradas, que suelen oscilar cada temporada entre seis y ocho.
El campeonato está muy asentado en algunos circuitos que son una referencia en las dos últimas décadas, como los de MotorLand Aragón en Alcañiz (Teruel), Lleida, Mollerussa (Lleida), Arteixo (A Coruña) o Miranda de Ebro (Burgos), a los cuales se han ido sumando otros en la coruñesa localidad de Carballo o en la oscense de Esplús, que se estrenaba en 2017, así como el regreso este año del Cerro Negro, en Talavera de la Reina (Toledo).
Dicha actividad deportiva se desarrolla en trazados sobre tierra con una longitud aproximada de un kilómetro y una anchura media recomendada de 14 metros. La actividad competitiva en cada carrera se inicia con una manga de calificación para cada categoría, habitualmente dividida en varias series según el número de participantes inscritos en cada una. Los mejores tiempos de cada piloto son los elegidos para elaborar una clasificación que dará paso a la composición de las tres mangas clasificatorias -a su vez divididas en varias series si en cada división hay más de 15-, que una vez finalizadas confeccionan una clasificación acumulada, con la cual se establece la parrilla de salida de las finales A. Si hubiese suficientes participantes para formarlas, se haría también una final B si la categoría supera los 18 vehículos, pudiendo incluso realizarse una final C si fuera necesario.